Sabores Prohibidos , Poema I. Arturo Mora.

 

I

 Al otro lado de la calle
mueren las hojas
entre los pies de cualquiera
que sin apuro
pero prontamente
ejecuta la condena
del silencio.
 
Uno dos tres
círculos concéntricos
crecieron en el árbol
Uno dos tres
libros se llenaron
con los pasos de la brisa.
 
Las paredes perdieron
su brillo matutino
las conquistaron las palabras
de los amantes desconocidos.
 
Al otro lado de la calle
la ropa se arruga de más
cerca de los hombros
y los bolsillos vacíos
o llenos confiesan su culpa.
 
Las manos frías buscan otras
manos frías y tontas
para engañar a la noche.
Hacerle creer que no estamos
llenos de miedo
en mitad de la nada.
 
Los dedos se quedaron 
sin más teclas que gruñeran 
las leyendas de las lenguas
y las uñas valientes.
 
Al otro lado de la calle
todo en slowmotion
tiene un detalle impresionante
que asusta hasta al más 
diestro en quitar la mirada
cuando la sangre salpica.
Cada gota rompe en furia
Cada paso,
Cada mirada...
Parece que logran mantener una 
risita a un lado de la boca
Al otro lado de la calle
espero una señal
para cruzar antes 
que se termine
el show.